28 marzo 2011

Ataduras


Lo dejé, rompí mis cadenas y me aparté. No entendía la razón de que me mantuvieras presa si estabas mirando hacia otro lado. No sabía que hacía en esa cárcel, no sabía cual era mi condena. Y al soltarme y gritar de dolor me oíste. Viniste a curar mis heridas. Y me duele y me sana... no sé en qué porcentaje.

Foto procedente de http://www.flickr.com/ - principia aesthetica

2 comentarios:

Saltinbanqui dijo...

Yo ya no quiero alguien que me hiere y luego me cura.
Eso ya no me sirve.
:)

Laura dijo...

Estoy con saltinbanqui....
saludos