18 agosto 2007

Destinos


Su vestuario no era algo casual, más bien causal. Sus pantalones negros se ceñían como diciendo "aquí estoy yo" y su camiseta de tirantes dejaba mostrar lo justo. No estaba dispuesta a dejarse engañar de nuevo, no por él. Esta vez no sería débil, ni sus ojos claros le devolverían ternura.

Por una vez él se quedaría sentado con la cara entre las manos. Habían pasado demasiadas cosas y ya no estaba dispuesta a perder. Cerró los ojos un segundo, sintió su cuerpo respirando. Era el momento de alejarse de todo aquello. Se levantó y miró su reflejo en los cristales del metro. Se abrieron las puertas, se perdió entre la gente... de camino a su destino.

Foto procedente de http://www.sxc.hu/

4 comentarios:

Hei Jei dijo...

perderse entre la gente para encontrarse con ella misma, quizá.
a veces alejarse no es huir, es dar un paso hacia adelante.

me ha gustado el texto :)

Batsi dijo...

Muy bien hecho. Una no debe dejarse seguir engañando por alguién que no valora tus sentimientos. ¡Que se joda!

Blau dijo...

Yo me visto causal algunas veces, será para decir "aquí estoy yo"...

Un besin

Sinsentido dijo...

Jei a mi me gusta una frase que dice, a veces al tropezar avanzamos varios pasos rapidamente ;-) la recordé al leerte

Batsi ¡estas guerrera! jejeje ¡lo mismo digo!

blau, me alegro que "estes aqui" ;-) y eso que no te veo